Esta pandemia, sin duda, nos tiene a todos en estado de alerta y preocupados…
Como estan enfrentando esta situación desde sus posiciones de liderazgo?
Están en modo “freeze”: paralizados, expectantes, esperando algo? en piloto automático, dejando que la inercia del negocio nos muestre el camino? En modo reactivo frente a cada situación que se presente, cuando se presente?
Están en modo “flight”: estresados, desesperanzados, angustiados, desorientados? tomando decisiones drásticas? En modo negativo y con el foco puesto en las dificultades y los problemas?
O están en modo “fight”: concentrados, alerta, energizados? En modo acción y con la atención puesta en las oportunidades y los desafíos?
Todos queremos poder estar en modo fight!! por supuesto… pero no es fácil. Requiere una decision consciente para: Parar – observar – pensar – planificar y – actuar.
Y es aqui donde muchos se confunden y marean…
Parar no significa paralizar y dejar de lado lo urgente e importante. Significa darse el espacio para abstraerse del día a día y poder reflexionar. No se necesitan meses, ni semanas, ni días. Se necesita unas horas de reflexion consciente, estructurada y con sentido…
Observar no significa perderse en análisis eternos y estudios profundos. Solo necesitamos hacernos las preguntas correctas y atrevernos a responderlas.
Pensar no significa reinventar la pólvora ni inventar el proximo Apple. Pensar significa desafiar, romper paradigmas, imaginar escenarios, abrir la mente.
Planificar no significa perderse en evaluaciones numéricas detalladas ni en cartas gantt eternas. Planificar significa plantearse objetivos y determinar los pasos a tomar para alcanzarlos.
Y actuar, significa eso… movilizarse, tomar acción, hacer!!
Pongamonos en modo “fight”!! es la única manera de sacar
para reflexionar junto a nuestros equipos, para hacernos las preguntas correctas, para pensar en posibles escenarios, para plantearnos objetivos de corto y (por favor!) de mediano plazo, para planificar y tomar decisiones
No es fácil ponerse en modo “fight”, la magnitud del desafío muchas veces nos paraliza, no sabemos por dónde empezar ni que hacer, tememos fracasar, o nos sentimos solos y nos falta un “thought partner” que nos acompañe…